Hoy en día, es probable que nos soliciten una traducción oficial de un documento en la lengua oficial de otro país si debemos que hacer trámites en organismos o instituciones. En estos casos, no podemos hacer uso de una traducción cualquiera. Nos solicitarán que se trate de una traducción oficial. Es a esto a lo que se le conoce como la traducción jurada.

1. ¿Qué es la traducción jurada?

 

La traducción jurada es una traducción firmada y sellada de un documento oficial con carácter legal. Dicha traducción tendrá, por ende, carácter oficial y validez legal ante autoridades y organismos públicos tanto en el territorio español como en otro país. Se garantiza que la traducción es una traducción fiel y exacta al documento original.

En el caso de España, las traducciones juradas las firman y sellan Traductores/as e Intérpretes Jurados/as autorizados por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación (MAEC). La condición indispensable para ejercer la traducción jurada es superar un examen que consta de tres pruebas y que convoca la Oficina de Interpretación de Lenguas.

Este tipo de traducciones tienen que cumplir con ciertos requisitos para que sean consideradas como válidas. Estos son:

  • Datos del traductor: nombre, idiomas habilitados, número de registro
  • Certificación oficial del Traductor/a-Intérprete Jurado/a
  • Fecha
  • Declaración jurada que confirme la precisión de la traducción jurada
  • Copia sellada y fechada en todas las hojas del documento original

En algunas ocasiones, para previamente legalizar algunos documentos, se deberá apostillar mediante la Apostilla de La Haya. Se trata de un sello internacional que verifica la autenticidad de un documento, por lo que se expide en el país de origen de este y posteriormente se traduce.

Además, para este tipo de traducciones es preciso transcribir de forma íntegra el contenido del documento original, pero traducido al idioma que corresponda. El traductor tendrá que, por tanto, describir todo lo que está presente en el documento original, desde elementos gráficos hasta escudos, logos y firmas, describiéndolos y sin llegar a copiarlos. En el caso de que sean ininteligible, deberá indicarse de igual manera.

 

2. ¿Cuándo se necesita?

La traducción jurada es de vital importancia para documentos necesarios para determinados trámites. Es el caso de trámites administrativos, judiciales, académicos e incluso médicos, entre otros.

 

Ámbito personal

En ocasiones, hay documentos personales que son esenciales para los organismos públicos a la hora de realizar diferentes trámites. Hablamos, por ejemplo, de trámites de ciudadanía, adopciones o aquellos relacionados con los procesos de inmigración y de permisos de residencia. En esta categoría, por tanto, podemos encontrar certificados de nacimiento, matrimonio, defunción, pasaportes, documentos de identidad y hasta certificados de antecedentes
penales.

 

Ámbito académico

La traducción de estos documentos es necesaria cuando una persona pretende convalidar estudios, acceder a otros programas en el extranjero o incluso a puestos de trabajo. De esta manera, se garantiza que las instituciones educativas o las autoridades pertinentes puedan conocer la formación de los solicitantes y reconocerlos oficialmente.

Aquí incluimos, por tanto, la traducción jurada de títulos o certificados y expedientes académicos, títulos de idioma o cartas de recomendación, entre otros.

 

Ámbito judicial o notarial

Se puede solicitar la traducción jurada con fines judiciales cuando se trata de sentencias, denuncias o resoluciones judiciales. De la misma manera, documentos oficiales como testamentos, poderes notariales o escrituras públicas también entran dentro de este ámbito, puesto que estos documentos necesitan ser reconocidos por las autoridades de
otro país para asegurar su validez y cumplimiento.

 

Ámbito empresarial o legal

En este ámbito, la traducción jurada juega un papel clave en la internacionalización de las empresas. Para asegurar la validez legal en acuerdos internacionales, es imprescindible que contratos comerciales, acuerdos de compraventa, acuerdos comerciales, licitaciones o incluso los propios estatutos de una sociedad cuenten con una traducción oficial. Esto es así para que las partes implicadas en dichos acuerdos comprendan y comprendan de manera precisa y acepten los términos y condiciones.

Asimismo, a veces es preciso que se traduzcan informes financieros, balances o avales para poder facilitar las transacciones comerciales, así como documentos de propiedad intelectual o patentes para proteger los derechos en otros países.

 

Ámbito medico

A veces, es preciso traducir informes médicos para recibir tratamiento en otros países, hacer uso de un seguro médico o incluso para que el personal sanitario conozca el historial clínico de los pacientes. Igualmente, también puede ser que requieran certificados de vacunación.

De no hacer uso de una traducción jurada para este tipo de documentos, podemos enfrentarnos a una serie de consecuencias, siendo el rechazo de documentos ante la administración o los diferentes organismos públicos la principal.

En definitiva, la necesidad de una traducción jurada se da para asegurar la validez legal, la autenticidad y el carácter oficial de documentos oficiales en el extranjero, garantizando así que se acepten en otras jurisdicciones distintas a la de España, en este caso.