Traducción jurada
Una traducción normal y una traducción jurada no se diferencian por la calidad de la traducción, sino por la oficialidad de esta última.
Una traducción jurada es un tipo de traducción que suelen requerir las administraciones publicas y que acredita la fidelidad a la lengua original de lo expuesto en la lengua de destino.
Este tipo de documento se suele requerir a la hora de realizar tramites como contraer matrimonio, buscar trabajo o solicitar un visado, entre otros.
Otra diferencia fundamental es el formato. La traducción jurada tiene que entregarse necesariamente en papel porque la normativa publicada en el BOE especifica que tiene que ir sellada y firmada. Por lo tanto, una traducción jurada en formato electrónico no tiene validez legal. Algunas instituciones aceptan la traducción jurada escaneada y, si el trámite avanza, acaban por exigirla en papel.
Además, la traducción tiene que ir acompañada de una certificación oficial del traductor jurado. Esta asegura que la traducción es completa y fiel al original.
El papel del traductor jurado
Un traductor jurado, por lo tanto, es la persona autorizada por un organismo oficial del país donde tiene que surtir efecto el documento para que este tenga validez legal.
Este debe conocer tanto el idioma de origen como el de destino, así como conocer en profundidad los sistemas jurídicos y legales de los países donde se ha emitido y donde se va a presentar el documento.
El traductor jurado se especializa en la traducción de documentos legales, como contratos, escrituras, sentencias judiciales, actas notariales, certificados de nacimiento o defunción, entre otros.
Para certificar el documento no basta con la firma del traductor, sino que tiene que sellarlo: solo así se acredita la autenticidad de la traducción. Además, el documento traducido debe ir acompañado siempre del original para que el organismo de destino pueda compararlo.
En España, los traductores jurados deben pasar un examen que ofrece periódicamente el Ministerio de Exteriores. O, en su defecto, reconocer sus cualificaciones profesionales análogas obtenidas en otro estado miembro de la UE o del Espacio Económico Europeo.
¿Cuándo suele ser necesario una traducción jurada?
Se necesitan los servicios de un traductor jurado en casi cualquier trámite ante la administración pública que requiera documentación expedida en una lengua diferente a la oficial de ese país. Algunos ejemplos son:
Cursar estudios superiores, como un máster o un doctorado: suele requerir la traducción del título y/o expediente académico del país de origen hecha por un traductor jurado.
Trabajar: puede ser necesaria la traducción jurada del certificado de antecedentes penales que suele expedir la policía o el ministerio del interior del país de origen para acreditar que la persona no ha sido condenada en ninguna ocasión, así como la traducción del pasaporte, del carné de conducir, etc.
Contraer matrimonio: casarse con una persona de otro país suele significar pedir al país de origen documentación como el certificado de soltería, el certificado de nacimiento, etc.
Adopción internacional: cuando se adopta un hijo de otro país se necesita documentación para tramitar cuestiones como su inscripción en el registro, su alta en el sistema sanitario y educativo, etc., como el certificado de nacimiento, los informes médicos del país de origen, etc.
Compraventa de un inmueble: cuando una persona extranjera compra un inmueble en otro país, suelen ser necesarias traducciones juradas del contrato de compraventa, de las escrituras de propiedad, etc. Así se asegura que el comprador y el vendedor comprenden a la perfección los términos en los que realizan la transacción.
La traducción jurada en otros países
La figura del traductor jurado puede variar según los países. Francia y Alemania, además de Italia y Austria, por ejemplo, cuentan con figuras parecidas a la que tenemos en España.
Sin embargo, países anglosajones, como Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, no cuentan con traductores certificados como tales. Sin embargo, las personas encargadas de traducir un documento deben acreditar su trabajo de otras maneras.
Una de las dudas más habituales que pueden surgir es: si es un traductor jurado en España, ¿sus documentos son válidos en otros países? La respuesta es compleja, porque cada caso puede ser un mundo.
Las traducciones de los traductores acreditados por el Ministerio de Exteriores suelen ser válidas en países que tienen convenios con España. Sin embargo, puede haber otros países, incluso de la UE, que requieran otro tipo de legalización para acreditar la autenticidad y la integridad del documento.
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