En este artículo, haremos un repaso de los errores más comunes al traducir de inglés a español y aprenderemos cómo evitarlos.
La traducción sigue siendo esencial en nuestra sociedad, ya sea para comunicarnos con personas de otros países, mejorar nuestra situación laboral o favorecer la expansión de nuestra empresa.
Aunque las herramientas de traducción automática son de gran utilidad, no debemos utilizarlas de forma exclusiva. De hecho, es crucial contar con un traductor humano para contextualizar el mensaje que se quiere transmitir y adaptarlo según la audiencia.
1. Traducción literal y expresiones
Es uno de los errores más frecuentes, sobre todo si acabas de empezar a aprender el idioma. Al traducir palabra por palabra, sin tener en cuenta el contexto cultural, el uso de expresiones idiomáticas o los distintos registros, obtenemos como resultado un texto que carece de sentido.
¿Recuerdas los false friends? Son esas palabras que suenan o se escriben de manera similar en ambos idiomas, pero que tienen significados completamente distintos.
Imagina que te encuentras con la siguiente oración:
“Her father kicked the bucket” → «Su padre pateó el cubo»
¡Menudo desastre! Una persona nativa o bilingüe conoce el significado literal de esta expresión, pero sabe que es necesario adaptarla para que tenga sentido en español: «Su padre estiró la pata».
Cada lengua posee frases idiomáticas que son únicas y reflejan tanto la cultura como las tradiciones de cada país, así que debes prestarles mucha atención.
Consejos para evitar traducir de forma literal
- Asegurarnos de comprender el contexto de la oración
- Utilizar diccionarios y comparar varios resultados
- Buscar expresiones similares
- Leer la oración en voz alta hasta encontrar la traducción más natural
2. Estructuras gramaticales
La principal función de las reglas gramaticales es identificar la estructura de una oración, la relación entre las palabras y el significado general del texto. Por ello, es primordial tener unas nociones básicas sobre gramática.
Copiar y mantener la estructura gramatical del inglés cuando traducimos es otro de los errores más comunes al traducir. Las oraciones pasivas son un claro ejemplo de ello, mientras que en inglés es mucho más común utilizar estas estructuras, en español se emplean fundamentalmente en el discurso periodístico. ¿Y para qué sirven? Para enfatizar la acción y la persona afectada. Por lo tanto, si abusamos de pasivas en español, obtendremos oraciones muy poco naturales e incluso difíciles de entender.
Prueba de estos calcos gramaticales son los posesivos, los adverbios y los verbos preposicionales o phrasal verbs. Observa el siguiente ejemplo:
“She was desperately looking for her glasses” → «Buscaba las gafas desesperadamente»
En esta traducción hemos omitido el sujeto, adaptado el tiempo verbal, intercambiado el posesivo por el artículo y desplazado el adverbio al final de la oración. De hecho, podríamos ir más allá y cambiar el adverbio «desesperadamente» por «con desesperación». De este modo, logramos un resultado mucho más natural.
Solemos traducir de forma incorrecta por la influencia directa del inglés, por lo que debemos tener mucho cuidado con todo lo mencionado.
Consejos para mejorar la expresión gramatical
- Familiarizarse con la gramática y estructuras de ambos idiomas
- Aprender a diferenciar los tiempos verbales y a usarlos correctamente
- Buscar otros ejemplos de la estructura que queremos traducir
- Revisar las preposiciones y cualquier aspecto que pueda crear confusión
3. Localización y adaptación cultural
Este término hace referencia a la traducción de un texto teniendo en cuenta los factores léxicos y culturales del país al que se dirige.
Por ejemplo, si queremos localizar nuestra página web al inglés americano debemos incluir una serie de adaptaciones, entre ellas el cambio de la divisa. De este modo, los precios se mostrarán en dólares en lugar de euros.
Otro aspecto importante es el de las normas lingüísticas, en especial cuando traducimos frases idiomáticas, ya que están profundamente arraigadas a la cultura de cada país. Y esto es algo fundamental si queremos evitar malentendidos por culpa de frases inapropiadas y ofensivas. Una adaptación cultural correcta es aquella que mantiene la intención y el impacto del mensaje original.
Por lo tanto, localizar no es tan solo traducir, sino adaptar el mensaje para que el público local no sea capaz de notar que el texto ha sido traducido.
Consejos para localizar el texto correctamente
- Analizar el público al que nos dirigimos
- Estudiar campos semánticos específicos para cada tipo de texto
- Recopilar una lista de palabras según las variantes regionales
- Prestar atención a las expresiones idiomáticas para evitar malentendidos
4. Revisión y edición
Por último, no podemos olvidar la importancia de revisar la traducción. Este es uno de los errores más comunes al traducir, ya que la mayoría de encargos se realizan bajo presión y dentro de un plazo límite.
La revisión es vital para garantizar la precisión y coherencia de una traducción.
¡Incluso los traductores más veteranos pueden cometer errores tipográficos o gramaticales!
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